La Tasa de Fondeo, es un porcentaje establecido para obtener fondos que los bancos se prestan entre ellos, es decir, representan una tasa de referencia.
La tasa funciona de manera anual. El banco tiene en sus reservas una cierta cantidad de dinero, o en los depósitos de clientes, y hace movimientos para trasladarlo a inversiones seguras, como fondos de inversión, cuentas de buena categoría en otros bancos.
Si un banco no posee depósitos y/o reservas para hacer frente a nuevos créditos u obligaciones, es preciso que pida prestado a un banco. Allí, se aplica la tasa de fondeo.
Asimismo, participan bancos centrales en algunos prestamos, que a veces se rigen por un sistema de subastas: el que más dinero ofrece a menor tasa, gana.
La tasa de fondeo bancario se encuentra ligada con la demanda y la oferta de dinero, ya que si se demanda más dinero, es decir, más crédito interno y externo, sube la tasa de fondeo y viceversa.
Con el propósito de obtener una tasa de fondeo mejor y más representativa de las operaciones al por mayor que llevan a cabo el sector de la banca y casas de bolsa, el Banco de México ha decidido calcular y poner a la disposición del público en general, la tasa promedio –ponderada por el monto- de las operaciones realizadas en directo y en reporto al plazo de un día hábil que se realizan con pagarés bancarios, aceptaciones bancarias, y certificados de depósito que hayan sido liquidados en el sistema de entrega contra pago del INDEVAL.
Por otra parte, esta tasa está emparentada con otras tasas de referencia que publica cotidianamente Banxico, como ser la TIIE, los CETES y los UDIS.
Es importante conocer que, mientras que en el 2010 y el 2011 los estímulos monetarios se daban principalmente en las economías desarrolladas y los bancos centrales de mercados emergentes estaban en medio de un ciclo restrictivo, en el 2012 la desaceleración económica ha obligado a que la relajación monetaria se esté extendiendo a los países emergentes.
Se determinó también un contexto de menores presiones inflacionarias por el lado de los precios de materias primas –principalmente, alimentos y energéticos – y una clara desaceleración en economías como China y Brasil.
Ante este entorno, el mercado ha empezado a cuestionar si Banxico bajará la tasa de fondeo en las próximas semanas. Aunque la posibilidad de una baja – que hace unos meses era impensable – ha venido creciendo, el escenario base para este columnista sigue siendo uno en el cual las tasas se mantienen sin cambio.
Por un lado, las presiones inflacionarias -que habían venido cediendo de manera importante durante la segunda mitad del año pasado y los primeros meses del 2012-, durante los últimos meses han traído un aumento importante en la inflación observada.
Aunque es cierto que las presiones inflacionarias se están suscitando por choques de oferta y no por un sobrecalentamiento de la economía, resultaría complicado para Banxico justificar una disminución en la tasa de referencia cuando la inflación se ubica cerca de 3% y el ritmo de la actividad económica se encuentra aún en niveles saludables.
Hasta el momento, Banxico no tiene suficientes razones para reducir la tasa de fondeo de 3%, pero esta situación podría cambiar si los pronósticos de crecimiento económico para México sufrieran un deterioro tangible y las expectativas de inflación se mantuvieran bajo control.