La pensión de jubilación es una ayuda económica que se otorga de manera vitalicia a los trabajadores que dejan de trabajar cuando alcanzan la edad ordinaria de jubilación.
Según los detalles proporcionados por la Seguridad Social, para recibir el 100% de la pensión contributiva es necesario tener una edad de 66 años y cuatro meses y haber cotizado durante al menos 15 años, de los cuales al menos dos deben realizarse en los últimos 15 años. Además, es posible recibir toda la pensión al cumplir los 65 años de edad, siempre y cuando se acrediten como mínimo 37 años y nueve meses de cotización, de los cuales al menos dos deben haber cotizado en los últimos 15 años.
En qué consiste la pensión y cómo se puede obtener
Aunque el periodo mínimo de cotización para acceder a una pensión contributiva es de 15 años, existen opciones para reducir o anticipar la edad de jubilación, como la jubilación anticipada o parcial.
En el caso de no haber alcanzado los requisitos necesarios para acceder a una pensión contributiva, ¿es posible recibir una pensión? Sí, en este caso se puede acceder a una pensión no contributiva de jubilación, la cual no requiere un período mínimo de cotización.
La pensión no contributiva es una prestación destinada a aquellas personas que se encuentran en una situación de necesidad protegible y carecen de recursos suficientes para subsistir, aun cuando no hayan cotizado el tiempo necesario para acceder a una pensión contributiva.
Según explica la Seguridad Social, la gestión de estas pensiones corresponde a los órganos competentes de cada comunidad autónoma ya las Direcciones provinciales del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) en las ciudades de Ceuta y Melilla.
Sin embargo, hay situaciones en las que no se considera que una persona tenga varios pagadores, por ejemplo, si se recibe una pensión compensatoria o una pensión alimentaria, en el caso de subrogación laboral, pago delegado, o si la empresa cambia de nombre o se fusiona con otra.
Para acceder a esta pensión, se deben cumplir ciertos requisitos que incluyen:
- Haber cumplido 65 años de edad.
- Para poder acceder a esta pensión, es necesario cumplir con el requisito de tener la residencia habitual en España y haber vivido durante al menos 10 años entre la fecha en que se cumplan 16 años y la fecha de devengo de la pensión. Además, se debe haber vivido al menos dos de esos años de forma consecutiva e inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud.
- No tener ingresos suficientes ni superar los umbrales de renta establecidos. Se considera que hay carencia cuando los ingresos personales anuales son inferiores a 6.784,54 euros.
- Si vive con familiares, los umbrales son diferentes según el número de personas que conviven y la suma de las rentas de todos los miembros de la unidad económica de convivencia. Por ejemplo, si vive con su cónyuge, el límite será de 11.533,72 euros al año, mientras que si vive con su cónyuge y un pariente de segundo grado de consanguinidad, el límite será de 16.282,90 euros.