Se ha anunciado recientemente que el Gobierno ha dado luz verde a la implementación de una nueva iniciativa a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Esta medida tiene como objetivo facilitar la adquisición de viviendas a aquellos menores de 35 años y a familias con niños a cargo, mediante la creación de una línea de avales. Bajo este programa, el Gobierno garantizará hasta el 20% del valor de la hipoteca para la compra de una primera vivienda.
En qué consiste esta nueva medida
La finalidad de esta línea de avales es brindar un respaldo adicional a los solicitantes de hipotecas, especialmente a aquellos que se encuentran dentro de los grupos mencionados. Al garantizar una parte de la hipoteca, se busca reducir el riesgo percibido por las entidades financieras y, a su vez, facilitar el acceso al crédito hipotecario a estos segmentos de la población.
Esta medida tiene como objetivo principal promover la inclusión y facilitar el acceso a la vivienda propia, especialmente para los jóvenes y las familias con hijos. Se espera que el respaldo gubernamental a través de los avales del ICO proporcione una mayor seguridad y confianza tanto a los solicitantes de hipotecas como a las entidades financieras, fomentando así la inversión en el mercado inmobiliario y contribuyendo al crecimiento económico en general.
Un aval es una forma de respaldo financiero que se utiliza para garantizar el pago de una deuda en caso de que el deudor no pueda cumplir con sus obligaciones. En el contexto mencionado, el Estado asume el papel de avalista, lo que implica que será responsable ante el banco en nombre del solicitante del aval en caso de que este último no pueda cumplir con el pago acordado.
Al convertirse en avalista, el Estado se compromete a cubrir la deuda en lugar del solicitante en caso de incumplimiento, brindando así una garantía adicional al banco. Esto proporciona una mayor seguridad a la entidad financiera al otorgar el préstamo, ya que tiene la confianza de que el Estado intervendrá para asegurar el pago en caso de que el deudor no pueda hacerlo.
Cómo acceder a un aval
Para solicitar esta ayuda económica, generalmente se espera que el interesado se acerque a su entidad bancaria de confianza y solicite el aval. La entidad llevará a cabo un análisis previo de la situación financiera del solicitante, teniendo en cuenta factores como sus ingresos, deudas y patrimonio, para determinar si otorga el aval o no.
Si la respuesta es positiva, el banco se comprometerá a realizar el pago de una determinada cantidad en caso de que el avalado no lo haga. Es importante destacar que, al brindar el aval, el banco cobra comisiones al solicitante, las cuales varían según el plazo, el tipo de aval y el nivel de riesgo asociado. Estas comisiones se fundaron para cubrir los gastos y riesgos asumidos por el banco al proporcionar el aval.
En resumen, el proceso general implica que el solicitante se dirige a su entidad bancaria habitual, la cual evaluará su situación financiera antes de decidir si conceder el aval. Si se otorga, el banco se comprometerá a realizar pagos en nombre del avalado en caso de incumplimiento, mientras que el solicitante deberá pagar las comisiones correspondientes al banco en función de las condiciones acordadas.
En el ámbito de los avales, los más comunes son los avales bancarios, que se dividen en dos categorías: avales financieros y avales técnicos. Sin embargo, los más solicitados y populares están relacionados con los contratos de alquiler de viviendas. En estas situaciones, el propietario o arrendador requiere al inquilino un aval equivalente a un determinado número de mensualidades con el fin de garantizar el pago de las mismas en caso de que el inquilino no pueda hacerlo.
El objetivo principal de este tipo de aval es asegurar al arrendador que recibirá los pagos mensuales acordados en el contrato de alquiler. Si el inquilino no cumple con sus obligaciones de pago, el aval entra en juego y cubre las mensualidades impagadas.